viernes, 29 de julio de 2011

Muhammad Yunus inspira a la CAM

Muhammad Yunus, nacido en Chitagong, India, en 1940, Economista y premio Principe de Asturias en 1998 y Premio Nobel de la Paz en 2006, fundó el llamado "banco de los pobres".



Su reconocida labor consistía en proporcionar microcréditos a los pobres, para que pudieran afrontar los gastos de fundar un pequeño negocio. Microcréditos a muy bajo interés que, en contra de lo que muchos pudieran pensar, siempre eran devueltos.

Un sueño hecho realidad que ha conseguido sacar de la pobreza a millones de personas.

Pero en España tenemos un ejemplo aún mejor...

Se trata de nuestra querida caja de ahorros del mediterraneo, CAM.

Se ve que pensaron ir un paso más allá y decidieron dar los créditos al 0% de interés. Lamentablemente, los receptores de estos maravillosos créditos no era gente humilde, ni emprendedores... no. Los receptores eran los consejeros de la propia entidad, que se han llegado a repartir mas de 160 millones de euros de esta forma. Estas operaciones se llevaron a cabo entre los años 2004 y 2010, en plena crisis!!! y cuando estas entidades no soltaban ni un miserable céntimo a quien quisiera mendigarles un préstamo.
Para hacer mayor este escándalo, dichos créditos debían ser aprovados, previamente, por la propia Generalitat Valenciana...



Espero que ni directivos, ni consejeros, ni políticos pringados en este turbio asunto reciban el Nobel de la Paz ni el Premio Príncipe de Asturias.

jueves, 28 de julio de 2011

Primera entrada: un homenaje.

No encuentro otra cosa que describa con más contundencia lo que va a ser este blog. Este poema de Miguel Hernandez lo dice todo...


Me llamo barro

Me llamo barro aunque Miguel me llame.
Barro es mi profesión y mi destino
que mancha con su lengua cuanto lame.

Soy un triste instrumento del camino.
Soy una lengua dulcemente infame
a los pies que idolatro desplegada.

Como un nocturno buey de agua y barbecho
que quiere ser criatura idolatrada,
embisto a tus zapatos y a sus alrededores,
y hecho de alfombras y de besos hecho
tu talón que me injuria beso y siembro de flores.

Coloco relicarios de mi especie
a tu talón mordiente, a tu pisada,
y siempre a tu pisada me adelanto
para que tu impasible pie desprecie
todo el amor que hacia tu pie levanto.

Más mojado que el rostro de mi llanto,
cuando el vidrio lanar de hielo bala,
cuando el invierno tu ventana cierra
bajo a tus pies un gavilán de ala,
de ala manchada y corazón de tierra.

Bajo a tus pies un ramo derretido
de humilde miel pataleada y sola,
un despreciado corazón caído
en forma de alga y en figura de ola.

Barro en vano me invisto de amapola,
barro en vano vertiendo voy mis brazos,
barro en vano te muerdo los talones,
dándote a malheridos aletazos
sapos como convulsos corazones.

Apenas si me pisas, si me pones
la imagen de tu huella sobre encima,
se despedaza y rompe la armadura
de arrope bipartido que me ciñe la boca
en carne viva y pura,
pidiéndote a pedazos que la oprima
siempre tu pie de liebre libre y loca.

Su taciturna nata se arracima,
los sollozos agitan su arboleda
de lana cerebral bajo tu paso.
Y pasas, y se queda
incendiando su cera de invierno ante el ocaso,
mártir, alhaja y pasto de la rueda.

Harto de someterse a los puñales
circulantes del carro y la pezuña,
teme del barro un parto de animales
de corrosiva piel y vengativa uña.

Teme que el barro crezca en un momento,
teme que crezca y suba y cubra tierna,
tierna y celosamente
tu tobillo de junco, mi tormento,
teme que inunde el nardo de tu pierna
y crezca más y ascienda hasta tu frente.

Teme que se levante huracanado
del blando territorio del invierno
y estalle y truene y caiga diluviado
sobre tu sangre duramente tierno.

Teme un asalto de ofendida espuma
y teme un amoroso cataclismo.

Antes que la sequía lo consuma
el barro ha de volverte de lo mismo.

Miguel Hernandez (1936)