viernes, 5 de agosto de 2011

La Lotería, el precio de los sueños.


Este tipo de spots son los que me han animado a escribir esta entrada en el blog. Siguiendo su linea habitual, la ONCE nos escupe en la cara su mensaje sin cortarse un pelo: "Esto va dirigido a tí, pobre-currante-agobiado de clase media baja. Esta va a ser la única forma de que cumplas tus sueños. De que puedas viajar a Paris, o de que puedas comprarte un piso...".

Lejos de animar a la gente a explotar su propia valía, a luchar para conseguir las cosas y a disfrutarlas siendo obtenidas por el esfuerzo y el trabajo, insultan nuestra inteligencia y nuestro amor propio sin pensarselo dos veces.

Y la lotería... ¿Quién la inventó y para qué?



Nos hemos de remontar a mediados del siglo XVIII, cuando la Corte francesa pasaba serios apuros de liquidez. Ministros de finanzas y contables de la corona estaban dispuestos a escuchar cualquier invento milagroso que sacara a sus mani rotas majestades del apuro.

Y aquí llegó Cassanova... recién huido de la temible prisión veneciana de Los Plomos, pronto cobró fama explotando el relatio de su fuga y, viendo que la ocasión la pintan calva, se hizo pasar por matemático, experto en finanzas... todo pura fachada. Alardeaba de tener la fórmula para hacer ganar millones de francos a la Corona.

En realidad no tenía nada más que una lengua agil y mucha cara dura.



Consigió el favor de algunos ministros que, en el transcurso de una cena, le presentaron a un verdadero matemático, el señor Calzabigi, que cometió el error de proponerle a Cassanova su idea: la Loteria.
Cassanova no perdió un segundo, aseguró que él había tenido la misma idea... pero mejorada.
En realidad era bastante simple: emitir cupones a bajo coste y asegurarle al pueblo que los números premiados serían pagados con sumas altísimas.

Después de perfeccionarla durante un tiempo junto al verdadero autor de la idea, el hermano enfermo de Calzabigi, consiguieron emitir suficientes cupones como para recaudar dos millones de francos, de los cuales les quedaron limpios, una vez repartidos los premios y descontados los gastos, seiscientos mil francos. Solo Paris había jugado cuatrocientos mil francos.

Teniendo en cuenta que este sorteo se repetiría mes a mes, las arcas reales se aseguraban unos ingresos fijos que llegaban directamente del pueblo. impuestos que pagaban con mucho agrado e ilusión.

Para terminar, transcribo unas palabras del mismo Cassanova: "La Lotería es un impuesto oneroso, puesto que ofrece un incentivo casi desprovisto de realidad, pero muy provechoso a los gobiernos que explotan la codicia y la avaricia pública".



jueves, 4 de agosto de 2011

La Declaración de los Derechos Humanos, hoy. (1 de 30)

La Declaración Universal de los Derechos Humanos es un texto aprobado por la ONU el 10 de Diciembre de 1948. En ella se manifiestan las derechos que todo ser humano, por el hecho de serlo, debe tener. basándose siempre en la igualdad, la justicia y el respeto.

63 años después vamos a ver como, artículo por artículo, no hemos conseguido cumplir con absolutamente ninguno.

Una evidente vergüenza de la que todos somos culpables...

Art. 1.
Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.

La realidad:

Mónaco, Liechtenstein y Luxemburgo, son los tres países más ricos según su Renta Per Cápita, que supera los cien mil dólares. En el otro extremo tenemos a los países africanos, siendo Burundi y la República del Congo los últimos, con 160 dólares cada uno.

A todos los conflictos bélicos que azotan el globo (36, desde Afganistán, el Congo,etc.), hay otros 16 en proceso de gestación a los que hay que vigilar, según Foreigh Policy.
Colombia, Sudán, Venezuela... son posibles focos de inminentes conflictos. Os dejo enlace a un interesante artículo donde esto se desarrolla, por si os interesa:
http://www.fp-es.org/las-guerras-de-2011

                                                                    Mónaco

                                                                  R. D. Congo