La Talidomida era un fármaco que se comercializó a finales de los años 50 para eliminar las nauseas de los primeros meses del embarazo. Tuvo gran éxito debido a su eficacia y se hizo muy popular en toda Europa.
Desgraciadamente, este fármaco no había sido probado debidamente y conllevaba un fatal efecto secundario... muchos bebés nacían afectados por la enfermedad conocida como focomelia, que produce la carencia o excesiva cortedad de las extremidades.
En el año 61 se retiró del mercado de todos los países... de todos menos de España. Aquí se siguió vendiendo hasta el año 63 y, cuando por fin fue retirado, las autoridades negaron toda responsabilidad y abandonaron a los afectados sin ningún tipo de compensación ni ayuda, ni económica ni social.
En todos los países europeos en los que la Talidomida fue comercializado, los gobiernos indemnizaban a los afectados con el pago de pensiones y otras ayudas. Aquí, simplemente se ignoraba y se silenciaba el problema.
Llegó la Democracia y los afectados seguían siendo ocultados.
Se creó una asociación, AVITE, y a fuerza de luchar y trabajar consiguieron que en el Real Decreto del año 2010 (el año 2010!!!!!!!), se reconoció la existencia de este problema y se les indemnizó con un pago único que no contentó a nadie. Muchos afectados ya no recibirían compensación ninguna por haber fallecido y, los que la recibieron, justamente piensan que necesitan no un pago único sino una pensión que les permita vivir con esta incapacidad.
A día de hoy, los afectados esperan se lleve a cabo el juicio donde consigan, por fin, ese reconocimiento y esa compensación que tan injustamente se les ha sido negada.
http://www.avite.org/
